Una zona plagada de fauna salvaje. Corzos, jabalíes, zorros, comadrejas, jinetas, tejones, lobos y numerosas aves (según el censo de aves de Burgos, se cuentan en esta cuadrícula entre 81 y 100 especies nidificantes, y contando las migraciones de paso o errantes, más de 200 especies de aves) milanos, águilas, buitres, alimoches, alcotán, cernícalos, lechuzas, búhos reales... viven en su zona boscosa saliendo también a la llanura del páramo y a la misma carretera que baja hasta el pueblo.

En esta entrada no sólo queremos hablaros de Félix Rodríguez de la Fuente, sino de otros puntos muy importantes y declarados BIC (Bienes de Interés Cultural), que tampoco os podéis perder si venís hasta Poza.

- El Castillo de los Rojas (BIC)
- El Casco Antiguo (BIC)
- Las Salinas (BIC)
- Ruta alrededor del diapiro.

Esta semana queríamos escribir sobre Poza de la Sal,  ya que se celebran os actos conmemorativos de la muerte de Félix, y es de entender el amor de este hombre a la naturaleza y a los animales conociendo la zona donde pasó su infancia. 


Nació en Poza de la Sal un 14 de Marzo y murió también un 14 de Marzo, 52 años después sobrevolando Alaska. Son coincidencias de la vida que inquietan cuanto menos. Su padre no partidario de la escolarización temprana de los niños (ojo! que quizás aquí tenemos uno de los primeros precursores burgaleses, de las escuelas de educación alternativa de las que se habla hoy en día en la naturaleza), decidió educarles en casa y en el campo hasta los 10 años, así que podemos decir que esto explica de donde venía esa pasión por los animales desde niño. 
El resto de la vida de Félix Rodríguez de la Fuente ya es conocida por todos, estudió medicina y fue autodidacta en Biología y se especializó en el arte de la cetrería (técnica que se utiliza en la cría, amaestramiento y cuidado de las aves de caza), y después ya se dedicó por completo a viajar por España y otros lugares del mundo realizando series documentales sobre la fauna de los que hoy aún podemos disfrutar y dejarnos sorprender.


Foto del mural homenaje en Poza de la Sal


El Castillo de los Rojas
Como si estuviésemos hablando de un capítulo de Juego de Tronos, el castillo de Poza ha sido un punto estratégico de vigilancia y defensa. En el siglo IX el Conde Diego Porcelos repobló el pueblo de Poza y construyó el castillo para la defensa, coincidiendo con la fundación de la ciudad de Burgos. Más tarde en el siglo XIV la familia Rodriguez de Rojas reconstruyó el castillo actual que hoy en día podemos visitar gratuitamente, y desde donde tenemos unas vistas espectaculares sobre la Bureba, de ahí el nombre de "Balcón de la Bureba".
Foto vía lasdevilladiego.com

El Casco Antiguo
El pueblo de Poza de la Sal que está declarado como BIC y Conjunto Histórico-Artístico, es rodeado por una muralla medieval bastante conservada que baja desde el castillo con muros de 5 metros de alto y 2 de ancho. Encierra en sus calles estrechas y empinadas la arquitectura popular en piedra, madera y yeso, casas blasonadas y varias plazas preciosas. Al casco antiguo se accede por tres puertas de entrada: la del Conjuradero (parte de una iglesia), la del Ayuntamiento y la de las Eras. 


Foto vía turbina.ru
Las Salinas
La importancia de Poza de la Sal se debe a sus salinas desde la época romana y de ahí la importancia de la fortificación para la defensa de esta Villa. Junto con otras que hay en la provincia de Álava, eran las más importantes del Norte de la península. 
Podemos visitar la Casa de Administración de las Reales Salinas que en 2003 se convirtió en el Centro de Interpretación. 

La sal era hasta hace pocas décadas un material precioso, usado como conservante alimentario. Se utilizaba como forma de pago ya desde época romana, siendo este el origen del término salario.

La producción de la sal se realizaba conduciendo el agua de los manantiales por una red de acueductos hasta unas plataformas horizontales construidas en madera y piedra (gracias al desnivel del terreno) denominadas granjas y en las que el agua se reparte en parcelas rectangulares o eras. La evaporación del agua deja lista la sal para su recolección en unos depósitos protegidos de la lluvia. 

Las salinas de Poza de la Sal, se encuentran situadas justo en el borde del Páramo de Masa, donde los terrenos descienden bruscamente hacia la Bureba, como un inmenso cráter de 2,5 Km. de diámetro que constituye uno de los diapiros más perfectos que existen. 


Imagen recogida en el libro de Don Feliciano Martínez Archaga, “Poza de la Sal y los pozanos en la Historia de España”

Senderismo por la zona: El diapiro de sal
¿Sabéis que es un diapiro? Por si acaso os lo contamos. 
Hace muchísimos millones de años esta zona era un mar poco profundo (de ahí la cantidad de fósiles que encontramos también en el páramo). Cuando este mar desapareció, la cantidad de sedimentos y sales quedaron al descubierto y con el paso de los años numerosas capas de otros materiales se depositaron sobre estas sales. Por procesos de elevadas temperaturas internas y presiones empezó a formarse esta "bolsa de sal" saliendo hacia la superficie formando un diapiro.


Y alrededor de esta formación geológica tan característica es por donde discurre el sendero circular SL- BU 67 de poca dificultad de 6 km que sale y termina en Poza de la Sal, pasando por los bancales y terrazas de las salinas, los antiguos y abandonados almacenes Reales de sal, y por el Castillo de los Rojas. Así que esta ruta agrupa casi todos los puntos interesante de este lugar, una bonita forma de pasar el día y entender como este pueblo, llegó a ser una importante villa por comerciar con la sal, y a su vez entender de donde venía esa sal a nivel geológico.

Mas información sobre la ruta:  
























Aquí tenéis varias fotos en 360º del ayuntamiento de Poza.





Y hasta aquí nuestra aportación sobre Poza de la Sal, como siempre cualquier aportación es bienvenida. ¿Os lo vais a perder?